Powered By Blogger

Vistas de página en total

jueves, 28 de julio de 2011

Casualidad


Cada día es un misterio. Sí, hay días en los que esperamos que sucedan determinadas cosas, pero siempre somos susceptibles a la fortuna, a la suerte... o a la falta de ella. ¡Qué bonito es y qué afortunado se siente uno, cuando el destino hace que se cruce con alguien que merece la pena!
Es muy obvio que este blog no es nada especial, es un pequeño diario metafórico sobre alguno de los acontecimientos más destacados de mi insignificante vida... pero sé que tú lo aprecias. Por eso, y porque un día me dijiste que te hacía ilusión que te escribiese algo, escribo.
Definitivamente, soy un chico con suerte. Tengo una familia (no la mejor del mundo, pero tengo una), tengo los mejores amigos del mundo, estudio lo que quiero... y te tengo a ti. Y qué compleja se vuelve la vida cuando un simple ser (que no quiere decir que tú seas simple, aunque a veces si :P) entre un millón de millones que habitan este planeta, se vuelve tan vital para ti. Y así eres tú para mi: vital. Te quiero, te necesito, te valoro y te respeto (aunque a veces lo dudes)´
Sé que no soy de los que dicen estas cosas todos los días pero, hoy (tu 20 cumpleaños), creo que es un buen día para recordartelo. A pesar de todos los pellizcones que te doy, los insultos que te digo y los espantos que te hago sabes, y si no lo sabes te lo digo, que te quiero. No sé si e spor tu cara de gremlin o porque acudes a mi llamada cada vez que me hace falta; por tu muslo gordo o por aguantarme todas mis boberías; por tus interminables "no sé" o por tu capacidad de demostrar que me aprecias y que soy importante para ti... pero algo tienes que me produce esa ansiedad si no te veo en días, esa necesidad de tener que saber de ti, que estás bien.
Hay pocos momentos, desde mi adolescenca y hasta lo que queda de ella, que no recuerde a tu lado. Peleas, risas, cabreos, personas... Todo ha sido imprescindible para ser lo que somos hoy, pero nada de eso nos ha separado, y no lo hará nunca. Quizás es ingenuo de mi parte pensar de esa forma, pero ¿qué clase de persona podría creerme que fueras si de verdad creyese que esto tiene un fin?
Gracias por pintar una sonrisa cuando mi día está atrapado entre nubes grises, gracias por hacerme ver que las cosas tienen "otro lado" (jajaja ya sabes a lo que me refiero), gracias por quererme como soy, por aceptarme, y por hacer de mi una mejor persona.
Sabes que, más que una amiga, eres una hermana y que, aunque no compartamos sangre, compartimos cosas que son más importantes. No quiero alargarme más diciendo ñoñerías y haciendo de esto algo cursi, aunque creo que ya es un poco tarde, pero quería estr seguro de que entendías que, lo que soy, lo soy por ti.
Gracias a una casualidad de la vida, nos hemos cruzado por el camino. Y, aunque el camino, lejos de ser llano y sencillo, ha estado lleno se subidas y bajadas, obstáculos, piedras y demás, hoy estamos aquí. Aquí y ahora, en este momento, y en el punto en el que nos encontramos, me atrevo a afirmar sin tapujos que, gracias a ti, tengo un motivo por el que levantarme por las mañanas (aunque mis mañanas empiecen tarde, tú sabes).
Como decía al principio, cada día es un misterio, y aunque haya días en los que esperes cosas, yo nunca pensé encontrarme a una persona tan maravillosa como tú. Y espero que no me dejes nunca porque te juro que no se qué sería de mi.
GRACIAS.
Feliz 20 cumpleaños Marta, te quiero.